Comer bien y equilibradamente ahora más que nunca es de vital importancia
Por Diana Salado Lucero
Cada año siempre nos replanteamos muchas cosas, pero este 2021, luego de estar encerrados por muchos meses y con incertidumbre por la pandemia, nuestra salud y fortalecer nuestro sistema inmunológico vuelve a ser de vital importancia.
Este virus no ha respetado a quienes estaban “aparentemente” sanos y, mucho menos a quienes padecían alguna enfermedad. Es por esto que tener buenos hábitos alimenticios, hacer ejercicio y tratar de tener una buena calidad de vida debe ser obligatoriamente parte de nuestros propósitos de inicio de año.
Para hacerlo más sencillo primero intenta realizar una encuesta de hábitos alimenticios, esta te indicará dónde se deben realizar los cambios en la dieta e identificar qué nutrientes faltan.
Estos son algunos tips para mejorar la dieta:
- Comer cuando se tenga hambre. Lo ideal es hacer de 5 a 6 comidas pequeñas durante todo el día.
- No saltarnos comidas. Saltarse las comidas a propósito no conduce a la pérdida de peso porque nos da más hambre y caemos en consumir alimentos inadecuados.
- Intente comer una variedad de alimentos integrales. Esto incluye carnes magras, granos integrales y lácteos. Al elegir frutas y verduras, coma el arcoíris. Evitando los alimentos procesados y con alto contenido de grasa o azúcar.
- Aunque muchos no lo crean, beber mucha agua es fundamental.
La alimentación saludable se basa en el equilibrio. Usted puede disfrutar de sus comidas favoritas aunque tengan un alto contenido de calorías, grasas o azúcares adicionales. La clave es comerlas solamente de vez en cuando y equilibrarlas con los alimentos más saludables y más actividad física.
Un plan de alimentación saludable para controlar el peso incluye una variedad de alimentos que quizá casi no consumimos, pero piense que son nuevas opciones para comer.
- Frutas frescas de todas las variedades, pero evitar las enlatadas es que pueden contener azúcares o jarabes adicionales.
- Verduras frescas. Pueden comerse crudas, hervidas o sofreídas. Al principio, si no está acostumbrado, pueden comenzar con algunas enlatadas o congeladas, pero lo mejor siempre es lo natural.
- Alimentos ricos en calcio como yogurts, leche o sus derivados. Otras opciones son pescados, frutos secos, cereales, legumbres, hortalizas o langostinos.
- Nuevas versiones de nuestros platillos. Si lo que amamos es lo frito o empanizado, ahora deben cambiar por horneados o a la parrilla para lograr versiones más saludables.