En la Ciudad de México y otras regiones de México, es común escuchar la recomendación de comer un bolillo después de un susto o una impresión fuerte. Pero, ¿realmente funciona esto?
Este remedio popular, que ha sido parte de la cultura durante años, se suele tomar casi en automático, especialmente ante situaciones como sismos u otros eventos impactantes.
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Sin embargo, más allá de ser una simple frase popular, el consumo de pan, y en particular de un bolillo, tiene cierta base científica que apoya esta práctica como una forma efectiva de calmarse tras una situación estresante.
¿Comer bolillo quita el susto?
Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han investigado los efectos que ciertos alimentos, como el pan, frutas y lácteos, pueden tener en el organismo tras experimentar una fuerte impresión.
Según sus hallazgos, estos alimentos ayudan a estabilizar el sistema digestivo y el estado emocional, lo que proporciona una sensación de alivio en momentos de tensión.
Ante una situación de susto o sobresalto, el cuerpo humano reacciona de manera inmediata liberando adrenalina, una hormona que prepara al organismo para una respuesta rápida.
Este incremento en los niveles de adrenalina puede causar, entre otros efectos, un aumento en la producción de jugos gástricos, lo que en algunas personas puede generar malestar estomacal o incluso náuseas. Es en este contexto donde el bolillo juega un papel interesante.
Según los investigadores de la UNAM, el consumo de un bolillo puede ser beneficioso después de un susto porque ayuda a absorber el exceso de jugos gástricos producidos por la adrenalina.
Al ser un pan ligero y fácil de digerir, el bolillo actúa como un “esponja” que neutraliza la acidez en el estómago, aliviando el malestar causado por el estrés.
Además, tiene un efecto calmante en el sistema digestivo, lo que contribuye a mejorar el bienestar físico después de una experiencia desagradable.
¿Por qué el bolillo es la mejor opción?
Aunque en teoría cualquier tipo de pan podría tener efectos similares, la tradición ha señalado específicamente al bolillo como el alimento más adecuado para calmarse tras un susto.
Esto no es una coincidencia, ya que el bolillo posee ciertas características que lo hacen más efectivo que otros tipos de panes.
En primer lugar, el bolillo es un pan con bajo contenido de azúcar, lo que lo hace más fácil de digerir.
Además, el bolillo es un pan sencillo, sin aditivos complicados que puedan alterar su digestión.
Aunque panes como la telera o el pan de caja podrían cumplir una función similar, el bolillo sigue siendo el preferido debido a su textura y digestibilidad.