El nuevo rey de Dinamarca Federico X, se convirtió este domingo en el nuevo monarca tras la histórica abdicación de la reina Margarita II que fue una de las que estuvo más tiempo en el trono y puso fin a sus 52 años de reinado.

Margarita, a sus 83 años y aun ostentando el título de reina con la función de regente interina, sorprendió a todos al anunciar en su discurso de Fin de Año su decisión de renunciar al trono. Se refirió a problemas de salud y a la necesidad de ceder el paso a la nueva generación como las razones detrás de esta inesperada determinación.

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Este acontecimiento marca un hito histórico, siendo la primera vez en los últimos 900 años que un monarca danés abdica. Desde la instauración de la monarquía hereditaria en 1660, ni rey ni reina había tomado la decisión de renunciar, y el precedente más reciente data de 1146, cuando Erico III abandonó el trono para retirarse a un monasterio.

La elección de la fecha no ha sido fortuita, ya que también fue un 14 de enero, pero de 1972, cuando Margarita, en aquel entonces heredera, fue proclamada reina desde el balcón del palacio de Christiansborg, la sede del Parlamento en Copenhague esto ocurrió tras la muerte de su padre, Federico IX, unas horas antes.

En esta ocasión, la sucesión se llevó a cabo durante un Consejo de Estado celebrado en el palacio de Christiansborg. En presencia de su hijo Federico y su nieto Christian, quien ya es príncipe heredero, Margarita II firmó el decreto de abdicación después de más de medio siglo en el trono. Sus últimas palabras antes de abandonar el lugar fueron: “Dios salve al rey”.

La proclamación oficial de Federico como el nuevo rey de Dinamarca se hizo casi una hora después, siguiendo la tradición danesa desde la conversión a monarquía constitucional en 1849. Esta tradición excluye cualquier ceremonia de coronación y la presencia de invitados de otras casas reales. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, encargada de esta parte de la ceremonia, proclamó: “Su majestad Margarita II ha abdicado larga vida a su majestad el rey Federico X”, repitiéndolo tres veces.

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La monarca ostentaba el singular título de ser la única mujer reinante en el mundo, además de ser la más longeva de su país y de toda Europa. Es importante señalar que, a pesar de su renuncia al trono, conservará su distinción como reina. Con esta decisión, se convierte en la primera jefa de estado en Dinamarca en abdicar en los últimos 900 años.

Por: Ehinar Araujo