El estreno de la nueva versión en live action de Blanca Nieves, protagonizada por Rachel Zegler y Gal Gadot, registró una recaudación nacional de 43 millones de dólares, cifra considerada por analistas como decepcionante en comparación con otros lanzamientos de películas Disney.
De acuerdo con datos reportados por The Hollywood Reporter, esta cifra está por debajo de producciones similares como Dumbo de Tim Burton, que en 2019 alcanzó los 45 millones en su primer fin de semana.
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Blanca Nieves y sus expectativas en el cine
A pesar de las altas expectativas, Blanca Nieves no logró cumplir su proyección inicial de 100 millones de dólares a nivel global.
Su recaudación internacional fue de 44,3 millones de dólares, lo que deja un total de 87,3 millones en su primer fin de semana, quedando lejos del umbral esperado para una producción con un presupuesto estimado de 250 millones de dólares.
La cinta, dirigida por Marc Webb y con música original de Benj Pasek y Justin Paul, ha recibido una calificación B+ en CinemaScore, inferior al promedio que suelen obtener los remakes de princesas de la compañía, que tradicionalmente logran puntuaciones A.
La crítica especializada también ha mostrado opiniones divididas sobre la película.
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Por qué fracasó la película de Blanca Nieves
El desempeño de Blanca Nieves resalta aún más al ser comparado con otros remakes en live action de Disney.
Por ejemplo, La Bella y la Bestia debutó con 174,6 millones de dólares en 2017, Cenicienta logró 67,9 millones en 2015, y Maléfica recaudó 69 millones en 2014.
En ese contexto, los 43 millones recaudados por Blanca Nieves representan una caída considerable para los estándares de la compañía.
El fracaso comercial ha sido interpretado por algunos expertos como una señal de fatiga del público ante las adaptaciones repetitivas y sin innovación de clásicos animados.
Además, la estrategia de marketing y las múltiples polémicas previas al estreno habrían influido negativamente en el interés del público.
Uno de los factores que habrían afectado la percepción de la película es la controversia por el casting de Rachel Zegler en el papel principal.
Algunos sectores criticaron la elección debido a su ascendencia latina, lo que generó una ola de comentarios en redes sociales sobre la fidelidad al personaje original.
Estas reacciones se sumaron a las posturas públicas de Zegler sobre temas políticos internacionales, como su apoyo al pueblo palestino.
Asimismo, Gal Gadot, quien interpreta a la Reina Malvada, también enfrentó críticas por su postura en el conflicto entre Israel y Gaza, lo que intensificó la discusión política alrededor del estreno.
Estos factores parecen haber afectado la imagen de la película en mercados clave, particularmente en Estados Unidos.
Primer vistazo al live action de Blanca Nieves: ¿Vale la pena la espera?