A través de redes sociales se generó todo un movimiento para dar con el paradero de Laura Karen Espíndola; joven que supuestamente estaba desaparecida tras abordar un taxi en las inmediaciones de la estación del metro General Anaya y que ahora se ha dado a conocer que en realidad estaba en un bar ubicado en Coapa.
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Esta situación está generando un nuevo debate respecto a que si es necesario o no; hacer movimientos tan grandes en los primeros minutos en los que los familiares reporten su desaparición. Algunas personas han asegurado que se trata de una estrategia del gobierno para desestabilizar las manifestaciones feministas que se van tomando fuerza no solo en México; sino en el mundo.
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Lo ocurrido con Karen no debe alejar a la sociedad del verdadero problema: Los feminicidios y la violencia de género. De enero a octubre del 2019, la incidencia de ataques contra mujeres en México aumentó considerablemente, con 809 feminicidios totales denunciado; rebasando la cifra registrada durante todo el 2018.
México sin resolver la violencia contra la mujer
De acuerdo con datos presentados por El Financiero, Veracruz es la entidad con mayor cantidad de feminicidios, mientras que Baja California registró taza cero. Recordemos que estas cifras no representan los casos en su totalidad; debido a que en muchas ocasiones los jueces o los Ministerios Públicos no etiqueta los casos con perspectiva de género; por lo que el número de agresiones contra las mujeres podría ser mucho mayor.
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El sitio ActitudFem visualiza el enojo de la sociedad contra los medios de comunicación que dieron eco a la desaparición de Karen sin verificar la información antes de difundir; pero concluyen con una reflexión importante.
“En un país donde cada día diez mujeres son asesinadas, esperar es lo que menos podamos hacer si consideramos que los primeros minutos son sumamente importantes para localizar a una persona”
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Es importante generar protocolos para localizar a las y los desaparecidos en un corto tiempo para que todos puedan regresar a casa como fue el caso de Karen; ya que lamentablemente, otras familias siguen esperando que su familiar llegue a su casa para ser recibido con los brazos abiertos; pese a llevar varios años desaparecidos.