Barack Obama confesó que su relación con Michelle Obama atravesó una crisis significativa durante los últimos años de su presidencia. ¿Esto a raíz del rumor que salía con Jennifer Aniston? 

Y es que en una conversación pública con el presidente del Hamilton College, Steven Tepper, el exmandatario estadounidense habló abiertamente sobre el desgaste que vivió su matrimonio mientras ejercía sus funciones como presidente. 

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Una relación bajo presión fue el costo de la presidencia

Durante su charla con Tepper, Barack Obama fue directo al admitir que, al término de su segundo mandato, estaba “en deuda” con su esposa. 

Reconoció que su rol como presidente impuso un ritmo de vida intenso que repercutió directamente en su relación. 

Aunque siempre fue un padre presente, confesó que no logró dimensionar completamente la carga emocional que su esposa enfrentó durante ese tiempo, particularmente al criar a sus hijas bajo el ojo público.

“La presidencia es un trabajo que consume todo tu tiempo, y por más apoyo que tengas, el entorno no es normal”.

Comentó el exmandatario.

 Su testimonio apuntó al aislamiento que sintieron como pareja y familia, lo que contribuyó al distanciamiento emocional progresivo. 

Fue hasta que dejó el poder que notó la urgencia de reconectar con su entorno personal.

Posteriormente, el expresidente adoptó un estilo de vida más relajado para recuperar el equilibrio familiar. Señaló que la clave fue buscar momentos de disfrute y actividades cotidianas fuera de los compromisos políticos y públicos que por años los dominaron. 

“He estado intentando salir de ese agujero haciendo cosas divertidas de vez en cuando”.

Expresó Obama sobre su intento por reconfigurar la convivencia con Michelle.

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Michelle Obama también habló de los años difíciles

Las declaraciones del expresidente se alinean con lo que su esposa ya había revelado en el pasado. 

En 2022, Michelle Obama habló públicamente sobre el desgaste que experimentó durante más de una década, señalando que hubo momentos en los que no soportaba a su esposo. 

Dijo que esa etapa coincidió con la infancia de sus hijas, una etapa que calificó como particularmente exigente.

Para Michelle Obama, la combinación entre las responsabilidades familiares, el escrutinio de los medios y el aislamiento social generó una carga emocional constante. 

Reconoció que, si bien siempre hubo amor en su relación, mantener una dinámica sana se volvió difícil ante las circunstancias.

La ex primera dama también ha comentado en diferentes entrevistas que la clave para mantenerse unidos ha sido reconocer los momentos difíciles sin idealizar el matrimonio.

En lugar de ocultar los problemas, ambos optaron por afrontarlos con sinceridad, incluso en el espacio público.

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