El Papa Francisco, primer pontífice latinoamericano, murió este 21 de abril a los 88 años.
El fallecimiento de Jorge Mario Bergoglio marca el final de una etapa crucial en la historia contemporánea del Vaticano.
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¿Quién fue Jorge Mario Bergoglio antes de convertirse en Papa?
Nacido el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina, Jorge Mario Bergoglio provenía de una familia de inmigrantes italianos. Desde muy joven mostró inclinación por la vida religiosa.
Tras graduarse como técnico químico, ingresó en 1957 al noviciado de la Compañía de Jesús. Aquí comenzó un largo camino espiritual que lo llevaría, décadas después, a ser designado el Papa número 265 en la historia del catolicismo.
Durante los años más oscuros de la dictadura militar argentina (1976-1983), Bergoglio tuvo un rol relevante como protector de perseguidos políticos. Posteriormente, fue consagrado obispo en 1992 y elevado al rango de cardenal por el Papa Juan Pablo II en 2001.
Pese a ser una figura conocida dentro del clero, Bergoglio no deseaba ser Papa. Durante el cónclave de 2005, tras la muerte de Juan Pablo II, pidió expresamente no ser votado. Quedó en segundo lugar tras Joseph Ratzinger, quien se convirtió en Benedicto XVI.
Años después, con la renuncia de Ratzinger en 2013, fue elegido como su sucesor, dando paso a una nueva etapa para la Iglesia.
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¿Cómo transformó el Papa Francisco al Vaticano?
Desde su nombramiento el 13 de marzo de 2013, el Papa Francisco se propuso acercar a la Iglesia católica a los fieles, haciendo de la humildad una marca de su pontificado. Entre sus medidas más relevantes destacan:
- La lucha contra los abusos sexuales dentro de la Iglesia, reconociendo públicamente la responsabilidad institucional y promoviendo programas globales de prevención.
- Su apertura hacia las parejas del mismo sexo, al considerar que “una bendición es un camino de búsqueda espiritual”, aunque sin equipararlo al sacramento del matrimonio.
- El histórico nombramiento, en enero de 2025, de una mujer al frente de un ministerio del Vaticano, Simona Brambilla, rompiendo con una tradición exclusivamente masculina en altos cargos eclesiásticos.
- La inclusión de personas divorciadas vueltas a casar en los sacramentos, generando fuertes debates entre sectores conservadores.
Estas acciones posicionaron a Francisco como un Papa progresista en materia de pastoral social, aunque enfrentó constantes tensiones internas dentro del Vaticano.
¿Cuál fue el legado espiritual y cultural del Papa Francisco?
Además de su rol como líder religioso, Francisco fue un autor prolífico. En su autobiografía “Spera”, publicada en 2025, reflexionó sobre la importancia de la alegría, el buen humor y la empatía dentro del ejercicio del poder eclesiástico.
“Recuperar la capacidad de sonreír es también recuperar el alma”.
Escribió en uno de sus capítulos más citados.
Asimismo, su vida fue llevada a la pantalla en la película “Los dos Papas”, donde se muestra su relación con Benedicto XVI, retratando el contraste entre dos visiones de la fe. La cinta ayudó a divulgar internacionalmente su figura como alguien cercano, humano y dispuesto al diálogo.
La muerte del Papa Francisco también simboliza el fin de una etapa singular en la historia reciente, ya que compartió durante casi una década el liderazgo moral de la Iglesia con su antecesor, Benedicto XVI, quien falleció en diciembre de 2022.
Durante ese tiempo, el mundo presenció la coexistencia de dos Papas vivos, algo inédito en los tiempos modernos.
¿Qué sigue para la Iglesia católica tras la muerte del Papa Francisco?
Con la muerte del Papa Francisco, se activa automáticamente el proceso de sede vacante, lo que conlleva la convocatoria de un nuevo cónclave para elegir a su sucesor.
Los cardenales menores de 80 años serán convocados a Roma en las próximas semanas para iniciar el proceso.
Aunque aún no hay nombres oficiales como posibles sucesores, se espera que el perfil del nuevo pontífice responda a los retos contemporáneos de una Iglesia que debe seguir enfrentando escándalos, pérdida de feligreses en algunas regiones del mundo y la necesidad de renovar su rol en la esfera pública global.