La comunidad científica internacional se encuentra trabajando a marchar forzadas para encontrar un método que ayude a detener los contagios del Covid-19, que a su vez, ayude a su erradicación en personas que se encuentren contagiadas. Aunque se han presentado varios prototipos de vacunas, la creada en la Universidad de Oxford, es la que hasta este momento tiene más esperanzas de convertirse en la más fiable.
La sustancia, en cuya creación colabora también la farmacéutica sueco-británica Astra Zeneca, proporciona doble protección contra el coronavirus: por un lado ayuda a la producción de anticuerpos y glóbulos blancos o linfocitos del tipo ‘células T’, útiles en la lucha contra el virus. Mientras que por el otro, ayudará conseguir que el organismo reconociera a largo plazo las células infectadas. Estos resultados se consiguieron con un grupo de 1.077 voluntarios a los que se ha administrado una sola dosis de la vacuna, dando como primer resultado que los linfocitos se desarrollaron después de 14 días y los anticuerpos, de 28.
La vacuna llamada ChAdOx1 nCoV-19, está teniendo un desarrollo a una gran velocidad en la línea de los proyectos combinados de diversas instituciones públicas y privadas. Tres de estos proyectos se encuentran en la Fase 3 de ensayos a los seis meses de aparición del virus. Para la creación y distribución de una vacuna se precisan varios años, pero debido a la emergencia se están apresurando los procesos de certificación.
La profesora Sarah Gilbert, de la Universidad de Oxford, comentó a la BBC que: “los primeros resultados son prometedores, aunque queda mucho por hacer”. De hecho, ahora deberán realizarse estudios con mayor número de participantes.
Si los resultados de esta vacuna continúan de forma favorable, podría estar disponible para el mes de septiembre o en los primeros meses del próximo año.