Nada mejor que alejarse de la lluvia y el frío de la Ciudad de México, excepto hacerlo en un lugar donde las estrellas parecen revolotear entre las personas y los árboles para luego darse cuenta que estás en medio de un santuario de luciérnagas en Nanacamilpa, Tlaxcala.
Desde mediados de junio y hasta la primera quincena de agosto, los pobladores de Nanacamilpa, reciben a los turistas que son respetuosos de la naturaleza y los llevan a recorrer veredas para llegar a cualquiera de los 30 santuarios de luciérnagas que existen en la región.
En muchos de estos lugares puedes hospedarte y vivir la experiencia y bioluminscencia de estos insectos, aunque para lograrlo hay que seguir unas sencillas, pero rigurosas, instrucciones: evitar ropa de colores llamativos, no usar repelente, no separarse del grupo, seguir el camino trazado y, lo más importante, no usar el celular o lámparas dentro del bosque porque cualquier destello podría confundir a las luciérnagas.
Aunque quizás no puedas llevarte la selfie con las luciérnagas a casa, el recorrido que comienza a las 8 de la noche vale totalmente la pena, sobre todo si quieres apartarte unos días de la ajetreada ciudad o de la rutina.