El diagnóstico de cáncer del rey Carlos III ha llevado a muchas personas a preguntarse qué ocurrirá si no puede cumplir sus obligaciones constitucionales.
El Palacio de Buckingham ha anunciado que, debido a dicha enfermedad presentada por el rey, continuará realizando sus trámites oficiales y celebrando sus reuniones semanales con el primer ministro durante todo el tratamiento.
En caso necesario, se procederá a convocar a otros integrantes del Consejo de Estado, órgano establecido en la Ley de Regencia de 1937 para asistir al monarca en situaciones excepcionales. Estos podrían incluir a Camila, la consorte real, así como a los príncipes Guillermo y Enrique, y los hermanos del monarca (Ana, Andrés y Eduardo).
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Sin embargo, no se anticipa que Enrique o Andrés sean requeridos, dado que ninguno tiene responsabilidades activas dentro de la familia real: el primero renunció a su rol activo en la institución en 2020, mientras que el segundo se vio forzado a apartarse de la vida pública tras salir a la luz sus vínculos con el financiero estadounidense Jeffrey Epstein, condenado por delitos relacionados con la explotación sexual de menores.
El rey puede delegar la mayoría de sus funciones en consejeros de estado, así como cuando viaja al extranjero. Estos son capaces de ejercer leyes que se hacen por dos consejos de estado, como la aprobación o la recepción de embajadores y la celebración de reuniones del consejo privado.
En el caso de que la salud del monarca empeore y le impida cumplir con sus funciones, se podría recurrir al procedimiento contemplado en la mencionada ley para declararlo incapacitado física o mentalmente. Esta determinación debe ser tomada por la reina Camila; Alex Chalk, en calidad de lord canciller; Lindsay Hoyle, presidente de la Cámara de los Comunes; y Sue Lascelles y Geoffrey Vos, quienes presiden el Tribunal Supremo y la Corte de Apelaciones de Inglaterra y Gales, respectivamente.
Aunque este escenario es poco probable, la enfermedad de Carlos III reaviva las interrogantes sobre su capacidad para desempeñar su función, dada su avanzada edad.
Por: Ehinar Araujo