El fin de semana, Yalitza Aparicio se convirtió en tendencia tras la publicación de su artículo de opinión en The New York Times donde compartió cómo su personaje de Cleo, en la cinta ROMA, generó todo un debate en México, que llevó a que hoy las trabajadoras domésticas tengas un contrato que garantice su seguridad social, días de descanso y vacaciones. A pesar del éxito, las críticas y los ataques siguen opacando su labor a favor de las comunidades indígenas.
Ver esta publicación en Instagram
La actriz aseguró en el texto que en México casi no se habla de discriminación y mucho menos se castiga. Además, compartió el resultado de una encuesta de 2017 que reveló que el 65% de los indígenas consideran que en el país se representa poco o nada los derechos de las comunidades y reveló que ella se ha sentido discriminada.
Desde que comenzó a tomar relevancia su participación en ROMA, Yalitza fue blanco de críticas por parte de personalidades del mundo del espectáculo y de la sociedad en general; situación que se sigue repitiendo.
Ver esta publicación en Instagram
¿Por qué Yalitza incomoda a la sociedad mexicana?
Durante muchos años se glorificó los estereotipos para fomentar el clasismo y el racismo, males que han provocado desigualdad en México. Se normalizó cómo debía lucir una persona “exitosa” y se replicó en portadas de revista, en los actores y actrices que protagonizaban las telenovelas del horario estelar en las principales televisoras, en los modelos de los anuncios publicitarios y en los puestos directivos de las empresas más importantes.
Al ser “normal” los roles que se deben desempeñar dentro de la sociedad por tu lugar de origen, creencias, tono de piel, entre otras. Es la misma sociedad la que busca que la persona que busque romper las reglas regrese, de lo contrario es enemigo del sistema establecido y debe ser atacado. Esta acción no es originada por una orden, nace de cada individuo, pero proviene desde lo que nos han dicho que debe ser.
La vida de Yalitza después de ROMA
La culminación de Yalitza Aparicio y ROMA llegó cuando la originaria de Oaxaca logró su nominación a los premios Oscar. Aunque no logró llevarse la estatuilla, la actriz decidió enfocarse a la divulgación de las tradiciones indígenas y su defensa, no solo en México, también en América Latina a través de la Organización de las Naciones Unidas.
Además, fue el rostro de diversas compañas en contra de la violencia de género, a favor de los derechos de los niños indígenas y la preservación de las 68 lenguas indígenas de México.
Ver esta publicación en Instagram
En el texto de la actriz invita a la reflexión, a que nos demos cuenta que todo lo que vemos en la pantalla, en las revistas de entretenimiento rosa, en la publicidad y en las personas que se les da voz porque son “exitosas”, no lucen igual a la gran mayoría de los mexicanos y que también quieren verse representados en esos casos de éxito para alentar a las nuevas generaciones a creer en ellos mismos y sentir que son capaces de cumplir sus sueños.