La piometra canina es una infección uterina potencialmente mortal que afecta a perras no esterilizadas, caracterizada por la acumulación de pus dentro del útero debido a una infección bacteriana o cambios hormonales.
Veterinarios especializados advierten que esta enfermedad suele desarrollarse semanas después del celo y puede provocar complicaciones graves si no se trata a tiempo.
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¿Por qué es peligrosa la piometra canina?
Según la clínica veterinaria Omnimalia, la piometra está estrechamente relacionada con la hiperplasia endometrial quística, una condición en la que el revestimiento del útero sufre cambios anormales, favoreciendo el crecimiento bacteriano.
Si no se detecta a tiempo, esta enfermedad puede derivar en una infección sistémica con consecuencias fatales.
El tratamiento más efectivo es la ovariohisterectomía, procedimiento quirúrgico que consiste en la extracción del útero y los ovarios.
En algunos casos, los veterinarios pueden optar por un tratamiento médico con antibióticos y prostaglandinas, aunque esta opción implica riesgos elevados y no siempre es efectiva.
Detectar los síntomas de esta infección a tiempo es fundamental para mejorar las probabilidades de recuperación de la perra afectada.
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Síntomas de la piometra canina
Identificar los síntomas de la piometra canina puede marcar la diferencia entre una recuperación exitosa y una complicación severa.
De acuerdo con veterinarios especializados, algunos signos que pueden alertar sobre esta enfermedad incluyen:
- Secreción vaginal purulenta (cuando la piometra es abierta)
- Distensión abdominal (en casos de piometra cerrada)
- Letargo y apatía
- Aumento en el consumo de agua y micción frecuente
- Pérdida de apetito
- Fiebre y decaimiento general
La gravedad de los síntomas varía según el tipo de piometra. En la piometra cerrada, el útero retiene el pus, lo que puede generar una infección interna más peligrosa.
En cambio, en la piometra abierta, la infección se drena a través de la vagina, lo que facilita una detección más temprana.
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¿Cómo se trata la piometra canina?
Cuando una perra desarrolla piometra, el tratamiento dependerá de la gravedad de la infección y del estado general del animal.
En la mayoría de los casos, la ovariohisterectomía es la mejor opción, ya que elimina por completo el útero infectado y evita futuras recaídas.
Sin embargo, en algunas situaciones específicas, los veterinarios pueden optar por un tratamiento con antibióticos y prostaglandinas para intentar controlar la infección sin cirugía.
Este enfoque solo se recomienda en casos seleccionados y bajo estricta supervisión médica, ya que el riesgo de complicaciones sigue siendo alto.
Si la infección se deja sin tratar, la piometra puede derivar en sepsis, insuficiencia orgánica y, en los casos más graves, la muerte del animal.
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