El Día de la Candelaria es una fecha destacada en México. No solo por su importancia cultural y religiosa, sino también por ser el momento perfecto para disfrutar de los tamales.
Sin embargo, detrás de su preparación existen diversos mitos y supersticiones que han perdurado a través de las generaciones. Y es que estas forman parte integral de la tradición mexicana.
¿Cómo influyen los tamales?
Los mitos asociados a la preparación de tamales no son meras creencias pasadas de moda. Son una ventana al profundo respeto y la conexión espiritual que la cultura mexicana tiene con la comida.
Desde no preparar tamales mientras se está enojado hasta cantarles para mejorar su sabor, estas prácticas reflejan la creencia de que los estados de ánimo y las acciones pueden influir directamente en el resultado de la comida.
Supersticiones como la necesidad de bendecir la masa antes de cocinar o amarrar las asas de la olla mientras se cocina están imbuidas de un sentido de ritual que va más allá de la simple preparación de un alimento.
Estas acciones se consideran esenciales para asegurar que los tamales no solo estén deliciosos, sino que también se cocinen uniformemente y sin incidentes.
Desmintiendo mitos de los tamales: ¿Qué dice la ciencia y la tradición?
A pesar de su encanto, muchos de estos mitos han sido objeto de debate entre los expertos en gastronomía y la ciencia.
Por ejemplo, la Escuela de Gastronomía Mexicana (Esgamex) explica que no hay evidencia científica que respalde la idea de que las mujeres embarazadas no puedan preparar tamales efectivamente.
Sin embargo, estas creencias persisten, demostrando la fuerza de la tradición oral en la cultura mexicana.
El mito de agregar tres monedas a la olla, que supuestamente ayuda a que los tamales se cocinen más rápido, es otro ejemplo.
La moneda no acelera la cocción, pero el ruido que hace al chocar con la olla sirve como un indicador natural para revisar el nivel del agua, asegurando que los tamales no se quemen.