El menú inaugural de la investidura presidencial de Donald Trump se convirtió en un evento gastronómico de gran relevancia, manteniendo la tradición de ofrecer un banquete con ingredientes icónicos de Estados Unidos.
Tras la ceremonia oficial de toma de posesión este 20 de enero de 2025, el nuevo presidente de los Estados Unidos participó en el almuerzo de investidura, una costumbre que se remonta a 1897 y que, desde 1953, ha evolucionado hasta convertirse en un evento formal donde la gastronomía presidencial cobra protagonismo.
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Estos fueron platillos del menú en la investidura de Donald Trump
El menú inaugural de Donald Trump fue diseñado con el propósito de destacar ingredientes emblemáticos de la gastronomía estadounidense, combinando sabores sofisticados con productos de alta calidad. La selección incluyó una entrada, un plato fuerte y un postre, cada uno acompañado de vinos cuidadosamente elegidos para realzar la experiencia gastronómica.
- Entrante:
- Pastel de cangrejo de la bahía de Chesapeake, servido con tartar de tomate, una variedad de verduras y aceite de cebollino.
- Maridaje: Chardonnay de la bodega Veritas Vineyard, Virginia.
- Plato principal:
- Filete de ternera Angus de Omaha, acompañado de zanahorias, brócoli, gratinado de patatas y una salsa de trufa al vino tinto.
- Maridaje: Cabernet Sauvignon de Mount Veeder, Napa Valley, California.
- Postre:
- Terrina helada de manzana con helado de crema agria y caramelo salado.
- Maridaje: Korbel Russian River Valley Natural, Sonoma County, California.
Cada platillo fue cuidadosamente seleccionado para representar la diversidad culinaria de Estados Unidos, destacando ingredientes locales y técnicas de preparación refinadas que han marcado la historia de los menús presidenciales.
¿Cuál es el significado del almuerzo presidencial?
Más allá de ser un evento gastronómico, el almuerzo de investidura tiene un fuerte simbolismo dentro de la tradición política estadounidense.
Se trata de un momento de unión entre los distintos poderes del gobierno, una oportunidad para establecer lazos entre el nuevo mandatario y los legisladores, además de servir como una vitrina para la gastronomía presidencial.
Este tipo de celebraciones también reflejan la influencia de la cocina como parte del protocolo de las administraciones entrantes.
El evento concluyó con discursos protocolares y brindis que marcaron el inicio del nuevo periodo presidencial.
Con este banquete, el menú inaugural de Donald Trump quedó registrado como parte de la historia de las investiduras presidenciales en Estados Unidos.