Katy Perry se enfrenta a una investigación por parte de las autoridades de las Islas Baleares, España, tras la grabación de su video “Lifetimes”.
El rodaje, que tuvo lugar en el Parque Natural de ses Salines, ha generado controversia debido a posibles infracciones de la normativa ambiental vigente.
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Este incidente levantó varias preguntas sobre el respeto a las regulaciones en áreas protegidas. Además, ha puesto en foco la relación entre la industria del entretenimiento y la conservación del medio ambiente.
¿Qué pasó durante la grabación de Lifetimes de Katy Perry?
“Lifetimes” incluye escenas en las que Katy Perry aparece bailando y realizando diversas actividades en el islote de s’Espalmador. Esta es una zona de alto valor ecológico dentro del Parque Natural de ses Salines.
Este parque es conocido por su biodiversidad y su importancia como refugio de especies endémicas y migratorias.
De acuerdo con las autoridades locales, la productora encargada de la grabación no obtuvo las autorizaciones necesarias para filmar en este entorno protegido. Ante esto, se ha realiazado una investigación formal para determinar si se cometieron infracciones a la normativa ambiental.
El principal foco de preocupación radica en las actividades realizadas en las dunas de s’Espalmador, un sistema dunar delicado y de gran importancia ecológica.
La presencia de equipos de filmación y la interacción directa de personas en estas áreas podrían haber alterado el frágil equilibrio del ecosistema local. La Dirección General de Medio Natural, encargada de la supervisión de estas áreas, ha señalado que cualquier actividad en zonas protegidas requiere de un permiso específico que, en este caso, no fue solicitado.
¿Qué consecuencias tendría la cantante de ser encontrada culpable?
Aunque la situación ha generado una gran cantidad de titulares y preocupación entre ambientalistas, las autoridades han aclarado que lo que se está investigando no es un delito ambiental en sí, sino una posible infracción administrativa.
De acuerdo con la normativa española, las actividades en áreas protegidas, como filmaciones o eventos, están permitidas siempre que se cuente con las autorizaciones pertinentes y se respeten los protocolos establecidos para minimizar el impacto ambiental.
En este caso, la falta de permisos constituye una violación de las regulaciones administrativas, lo que podría resultar en sanciones para la productora responsable del rodaje.
Las posibles sanciones podrían incluir multas económicas y, en casos más graves, la prohibición de realizar futuras actividades comerciales en áreas protegidas. La investigación se centra en evaluar el impacto real que la filmación pudo haber tenido en el ecosistema de s’Espalmador, especialmente en su flora y fauna.