En un estudio realizado en Maine por Martha McClintock, publicado en la revista Nature; se demostró que efectivamente los períodos menstruales de las mujeres se pueden sincronizar.
Esto se debe a la liberación de feromonas, las cuales afectan nuestro comportamiento y fisiología. Otras causas son si compartes dietas similares, ciclos de sueño, factores de estrés o la más común si tomas las pastillas anticonceptivas al mismo tiempo que tu amiga. Aunque también existe también la posibilidad de que haya quien no se sincronice.
Después, en 1998, McClintock aseguró en la revista Nature que cuando una mujer se expone al sudor de otra que se encuentre en su fase lútea (los días de la ovulación a la regla), se altera su ciclo significativamente.
En 1999, un estudio reveló que el 80% de las mujeres están seguras de que su periodo se sincroniza con el de otras y un 70% se siente feliz cuando coincide con una amiga.
Para confirmar su teoría, la psicóloga McClintock les pidió a 135 estudiantes universitarias, que vivían juntas, el registro de su menstruación durante todo el año académico. Ella encontró que los grupos de amigas igualaban su ciclo a partir de 3 meses de convivencia.