Aunque es muy conocido el mito de que los hombres jamás o casi nunca rechazan un posible encuentro sexual, lo cierto es que una investigación reciente demuestra que ellos no están siempre dispuestos a hacer el amor y buscan pretextos para evitarlo. “He bebido demasiado… Mi equipo de fútbol ha perdido y no estoy de ánimo… Me encuentro muy cansado… No puedo quitarme las preocupaciones de la cabeza… Tengo problemas en el trabajo… El estrés y la ansiedad me agobian e impiden disfrutar…”.
Estos son algunos de los pretextos o explicaciones más frecuentes que contemplan los varones ante su pareja cuando no se hallan predispuestos a mantener una relación sexual, a pesar de que la situación sea propicia o que la mujer la proponga o insinúe.