La cantante Érika Zaba tan sólo tenía 16 años cuando en un trágico accidente automovilístico, sus padres perdieron la vida, dejándolas a ella y sus dos hermanas menores, Tania y Jessica. Ahora, la integrante de OV7 recordó cómo se fue hacerse cargo de sus hermanitas y sacarlas adelante.
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Érika reveló estos detalles en una entrevista con el programa Ventaneando, en la que recordó cómo se convirtió en el sostén económico de su familia.
“Fue una pesadilla para mí, fue una pesadilla que duró muchos, muchos meses. Muchos meses en el hospital primero estuve mucho tiempo en terapia, mucho tiempo en recuperación. Pero regresé al grupo La Onda Vaselina”, recordó Zaba.
“Fue bien duro regresar a un grupo, pues yo regresé siendo otra, era otra niña completamente diferente a la que se había ido. Entonces ellos yo creo que entre ellos hablaban… ellos no pararon de estarme cobijando, todo el tiempo conmigo y fueron mi apoyo, fueron mi columna vertebral, los fans, que yo creo que son ellos, como se los puse, sin ustedes yo no hubiera salido adelante, sin mi familia, sin mis hermanas, sin los fans”, reconoció la cantante.
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Érika admitió que pertenecer al grupo le sirvió no solamente en el aspecto emocional, sino en el económico pues le ayudó a cubrir los gastos de ella y sus hermanas: “mis papás no me dejaron, no nos dejaron una herencia, ni grandes cosas, ni mucho menos. Mi papá, pues sí le iba bien, era un abogado penalista que le iba bien, pero todo nos lo gastábamos en el día a día, en los viajes”
“Gracias a que yo ya estaba en la Onda Vaselina, aunque no ganábamos las grandes cantidades, sin duda sí me dio una estabilidad económica que nos hizo salir adelante, porque me quedé a cargo de toda mi familia, de mis abuelos, no solo de mis hermanas. Afortunadamente, me dio para vivir tranquila y tener dinero para comprar comida, pagar escuelas, coches, seguros médicos, viajes, esa es la verdad” reveló Érika Zaba.