El cine siempre ha sido el lugar perfecto para un escape pero ha menudo es tema de conversación debido a las quejas de los usuarios por los altos precios en dulcería.
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¿Te ha pasado que, después de pagar el boleto, el combo de palomitas y refresco parece costar más que la película misma? Este escenario ha encendido un debate constante entre los consumidores, quienes se preguntan si es justo o si es legal que los cines les prohíban ingresar sus propios alimentos y bebidas.
Ante esta situación, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ofrece una respuesta clara que podría cambiar por completo la forma en que disfrutas del cine.
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El laberinto legal de los cines
Muchos creen tener la respuesta, citando incluso la Ley Federal de Protección al Consumidor y su artículo 50, que prohíbe negar el servicio por motivos discriminatorios. Sin embargo, la Profeco aclara que el asunto es más complejo.
Aunque tienes la libertad de decidir dónde compras tus alimentos, al adquirir un boleto, también estás aceptando los términos y condiciones del cine, tal como lo establecen los artículos 42 y 85 de la misma ley.
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¿Pueden los cines prohibirte ingresar con alimentos y bebidas?
La Profeco ha reafirmado que los cines no pueden obligar a los consumidores a comprar exclusivamente sus productos.
Según explicó Iván Escalante Ruiz, titular de la Profeco, al comprar un boleto de cine, los consumidores aceptan un contrato con los términos y condiciones del establecimiento, incluyendo las políticas sobre alimentos y bebidas.
“Si en el contrato de adhesión o en las condiciones está que no puedes ingresar con alimentos, tienes que cumplir con ese contrato; si no, finalmente, no vayas a ese cine, ve a algún otro que no tenga esta limitación. Entonces, revisar mochilas es ilegal; pedirle que enseñe el contenido de la mochila o del bulto o el paquete pactado a voluntad está bien, sí se puede hacer, pero de ningún motivo obligar al consumidor a hacerlo”, explicó Iván Escalante Ruiz