El envejecimiento es una preocupación constante para quienes desean mantener una piel joven y saludable. En este contexto, el cacao ha surgido como un posible aliado en la lucha contra los efectos del paso del tiempo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que, entre 2015 y 2050, el porcentaje de personas mayores de 60 años se duplicará, del 12 % al 22 %. Este envejecimiento acelerado implicará un aumento en la prevalencia de enfermedades crónicas y síndromes geriátricos.
Las enfermedades más comunes en la vejez incluyen pérdida de audición, cataratas, osteoartritis, diabetes, depresión y demencia. En este contexto, mantener la salud mientras se envejece es uno de los mayores desafíos de nuestra sociedad.
El consumo diario de cacao podría ser una solución simple y efectiva. Varios estudios recientes han sugerido que el cacao posee importantes propiedades antioxidantes, antialérgicas y anticancerígenas, gracias a su contenido en polifenoles, especialmente flavonoles.
Estudios han demostrado que el consumo de cacao está asociado con una disminución del riesgo de patologías crónicas como cáncer, trastornos metabólicos y enfermedades cardiovasculares. En un estudio realizado en Suecia, se analizó durante nueve años la salud de 31,823 mujeres de entre 48 y 83 años.
Los resultados mostraron que el consumo regular de chocolate se asociaba con menores tasas de hospitalización por insuficiencia cardíaca y muerte. Además, una investigación con 531 sujetos mayores de 65 años reveló que la ingesta de chocolate reduce en un 41 % el riesgo de deterioro cognitivo.
El cacao también parece tener efectos positivos sobre la microbiota intestinal, fundamental para la salud general. Un estudio con 60 participantes de entre 55 y 70 años mostró que el consumo de una bebida de cacao rica en flavonoides mejoró la glucemia, los niveles de triglicéridos y colesterol, y otros parámetros fisiológicos.