El turista perdió todo.
Durante los primeros días de junio trascendió la noticia sobre una demanda que tendrá que enfrentar el ilusionista David Copperfield, quien es acusado de arruinarle la vida a un voluntario que durante un show en Las Vegas en 2013, dice haber sufrido un trauma.
Según argumenta el Gavin Cox, de 55 años, cuando David lo subió al escenario, junto con otras 12 personas, para realizar un truco en el que desaparecerían del lugar y volverían a aparecer frente al publico. Sin embargo, algo salió mal.
De acuerdo con las declaraciones del turista británico trabajó como jefe de cocina para la reina madre británica, Margaret Thatcher y Christopher Lee, y que tras el impacto, su vida no fue igual y perdió su salud y su empleo.
De acuerdo con Cox, al bajarse la cortina, un grupo de personas del staff de Copperfield comenzaron a sacarlos de manera rápida, sin previo aviso y apurándolos para después llevarlos por una especie de pasadizo que estaba completamente oscuro y en construcción, con polvo de cemento y escombros. Por esas malas condiciones el hombre se resbaló y cayó: esa caída le dislocó el hombro y además, asegura, le causó daño cerebral.
Mientras que el ilusionista y su equipo niegan las acusaciones, por lo que afirman que el sujeto sufrió sus traumas antes del espectáculo.
Debido a que argumenta haber gastado mucho dinero en los tratamientos y su vida está arruinada, Cox pide millones de dólares a Copperfield para resarcir el daño aunque se verán se las caras hasta el próximo mes de enero de 2017.