El actor Macaulay Culkin, que dio el salto a la fama mundial cuando tenía 10 años gracias a la película ‘Mi pobre angelito’ en Latinoamérica, se considera a sí mismo “jubilado” a pesar de que solo tiene 35 años. Exceptuando alguna que otra aparición televisiva en alguna serie o su trabajo como actor en la última película de su amigo Adam Green, ‘Adam Green’s Aladdin’ (2016), Culkin se pasa los días pintando, escribiendo o “haciendo lo que sea”.
“Soy un hombre de treinta y pico años que está prácticamente jubilado. Voy, más o menos, a donde me lleva el viento”, cuenta la ex estrella juvenil al New York Magazine.
A pesar de los 25 años que han pasado del estreno de ‘Mi pobre Angelito’ nadie se olvida de Macaulay Culkin, y la gente sigue reconociéndole por la calle “constantemente”. En Estados Unidos y fuera. De hecho Culkin divide su tiempo entre Nueva York y París, a donde se fue pensando que nadie le reconocería.
“Me di cuenta de que no, que me reconocían, sólo que pasaban de mí. Y yo estaba como: ‘¿Dónde había estado durante toda mi vida?”, explica el actor.
De hecho, fue en un café de la capital francesa donde quedó sorprendido al comprobar que la clave del wifi era su nombre.
“La camarera me lo dio y se marchó. La clave del wifi era ‘Macaulay Culkin‘. Cuando volvió le dije: ‘Me gusta su clave del wifi’. Ella me contestó: ‘Gracias’ y yo le dije: ‘C’est moi (soy yo)’. Ella se dio la vuelta completamente pálida y me trajo al dueño del café, que me dijo: ‘Sabía que algún día vendrías”, relata Culkin.