El agente del FBI, Stephen Marston, leyó una serie de mensajes entre Joaquín “El Chapo” Guzmán y su esposa, Emma Coronel Aispurio, se enviaban a través de un dispositivo Blackberry . El material fue obtenido gracias a un software de espionaje instalado por Christian rodríguez, ingeniero en sistemas contratado por Jorge Cifuentes, narcotraficante colombiano e informante del FBI.