Andy Bernard, padre de Poppy-Mai, una niña de 16 meses a quien se le detectó cáncer terminal en los riñones y pulmones, cumplió la promesa que le hizo a su hija al nacer y le concedió una boda de ensueño.
Vestida con su traje de bautizo, la niña contrajo matrimonio con su padre meses antes de morir. La familia decidió realizar la ceremonia para que con esta historia las personas tomen conciencia sobre los tumores en los niños.
La tierna pero trágica noticia ya le dio la vuelta al mundo; sin ambargo, esta pequeñita logró cumplir uno de sus más grandes sueños y qué mejor que de la mano de su padre.