Siempre envuelto en polémica, incluso después de su fallecimiento, Salvador Dalí no solo se destacó como un destacado artista del surrealismo a nivel global, sino que también se convirtió en una figura influyente en España. Aunque hoy en día se hable más de él debido a las controversias en torno a demandas de paternidad que persiguen su legado, Dalí fue conocido, admirado y, al mismo tiempo, despreciado por algunas razones que te presentamos en este artículo.
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Salvador Dalí va más allá de su icónico bigote con una vida tan surrealista y original como sus obras pictóricas, abundan los datos curiosos y sorprendentes sobre este destacado pintor catalán.
Hemos recopilado algunos de ellos para que los explores antes de tu visita a la exposición Dalí París en Montmartre, permitiéndote sorprender a tus acompañantes con tu “amplia cultura”.
Dalí no hacía remilgos con el arte comercial
Dalí demostraba ser pragmático en la creación artística, aprovechando su talento para desarrollar piezas comerciales destinadas a grandes marcas, generando así importantes ingresos. Además, se involucraba en la promoción de productos mediante su participación en anuncios, utilizando su renombre artístico como una herramienta para la comercialización.
La mascota de Dalí igual era diferente
Para Salvador Dalí, un perro, un gato o un pajarito no eran lo suficientemente fascinantes. En cambio, optó por tener un ocelote al que llamaba Babou. Lo llevaba con correa y un collar de tachuelas incluso a reuniones sociales y restaurantes. El artista afirmaba que le habían regalado el ocelote el jefe de estado de Colombia.
Dalí fue expulsado de la escuela de arte
El surrealista Salvador Dalí optó por rechazar la realización de su examen final de grado, argumentando que ninguno de los profesores de la escuela era “competente para juzgarle”. Aunque se ha sugerido que sus motivos eran más económicos que ideológicos, ya que la ayuda financiera de su padre se retiraría una vez que obtuviera un título, y Dalí tenía planes de irse a París para continuar su formación con el respaldo económico de su progenitor.
No le gustaba Gran Bretaña
En 1955, Salvador Dalí fue comisionado para crear el retrato de Laurence Olivier para el cartel de la película “Richard III”, en la que el actor tenía el papel principal. No obstante, el cartel nunca llegó a completarse, ya que Dalí se negó a pintarlo en Inglaterra, donde se encontraban los estudios de cine.
Le encantantaban las coliflores
En diciembre de 1955, Salvador Dalí dejó al mundo boquiabierto al llenar un Rolls Royce Phantom II blanco con 500 kg de coliflores y conducir el vehículo desde España hasta París. Cuando la prensa le preguntó sobre esta extraña acción, el genio surrealista declaró: “Todo termina en la coliflor”.
Le chapulineo la mujer a su amigo
Dalí conoció a su esposa Gala cuando ella aún estaba casada con su amigo, el poeta francés Paul Eluard sin embargo, curiosamente, no fue el propio Eluard quien reaccionó negativamente a la noticia; de hecho, actuó como testigo en la boda de Dalí y Gala. La reacción adversa vino de parte del padre de Dalí, quien desaprobaba la relación debido a la maternidad de Gala y a la diferencia de diez años de edad entre ella y Dalí esta desaprobación llegó al extremo de que Dalí fue desheredado por su padre.
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Por: Ehinar Araujo