Este 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. En esta fecha se conmemora la conciencia sobre la importancia del bienestar emocional y el apoyo parra llegar a él. Asimismo, se difunde la importancia de su visibilización en los diferentes entornos sociales, como en la escuela, el trabajo y entre la población en general.
Hace un par de años atrás, empezó a tomar más relevancia la estabilidad emocional. Sin embargo, desde el comienzo de la pandemia mundial por COVID-19, los problemas psicológicos preexistentes en los individuos se han agravado. Debido a lo cual, ha aumentado la incidencia en la intervención de apoyo profesional. Lo anterior, en búsqueda de apaciguar los estragos del aislamiento social y las preocupaciones derivadas de la enfermedad.
La importancia del bienestar emocional en el Día Mundial de la Salud Mental
La Organización Mundial de la Salud (OMS) comenta que “se estima que más de 300 millones de personas viven con depresión, un incremento de más del 18% entre 2005 y 2015”. También, la institución menciona que los “factores psicológicos y biológicos individuales, como las habilidades emocionales, el abuso de sustancias y la genética, pueden hacer que las personas sean más vulnerables a las afecciones de salud mental”.
“La exposición a circunstancias sociales, económicas, geopolíticas y ambientales desfavorables, como la pobreza, la violencia, la desigualdad y la degradación del medio ambiente, también aumenta el riesgo de sufrir afecciones de salud mental” expone la OMS.
La importancia del equilibrio no está en duda y no debe tomarse a la ligera. En este sentido, deben tomarse acciones tanto en el Día Mundial de la Salud Mental 2022 como el resto del año. Recuerda que la armonía interior siempre relucirá al exterior, en nuestra apariencia física y a nivel del entorno social. Por consiguiente, nuestra rutina debe destinar tiempo a la atención de las obligaciones cotidianas y al cuidado psicológico.
Ante cualquier situación en la que se comprometa a la integridad mental, no hay que titubear demasiado para buscar el apoyo de algún especialista o de una persona de confianza.